A menudo muchas empresas se preguntan si es necesario la presentación de sus productos o si esto les va a repercutir en un incremento de las ventas, con arreglo a la inversión que supone participar en las ferias del sector.
Debido a esto, debemos enfocar nuestro stand en una feria de manera en que se centre más en la imagen de la empresa y la creación de un espacio atractivo que llame la atención del mayor número de visitantes, y en el que nuestros clientes se sientan cómodos. Tenemos que centrarnos también en un espacio en el que podamos interactuar con los clientes, y a la vez presentar nuestros productos a los nuevos compradores, ya que la oportunidad de recibir nuevos proveedores es muy posible y positiva. Todo esto refuerza la relación entre los distintos componentes de nuestro sector.
En las ferias sí se vende
¿Y qué pasa con vender? Claro que debemos vender. Aunque nuestros clientes ya conocen en su mayoría nuestros productos, la forma de presentarlos puede animarles a comprar mediante estrategias como descuentos promocionales durante los días de feria, apoyadas por un equipo comercial motivado, que atienda las consultas de quienes todavía no nos conocen.
Todo el esfuerzo económico, además del trabajo que significa preparar una feria, es demasiado intenso como para no sacar conclusiones y analizar si se ha cumplido el objetivo fijado, que puede ser desde potenciar la imagen de una empresa, darle prestigio a una marca, intercambiar impresiones al escuchar de cerca a nuestros compradores o, en definitiva, para atraer o fidelizar clientes.
Un espacio conectado
Con la creación de la participación conjunta de asociaciones como ASEMAD la intención es conseguir un espacio conectado, donde todos tengamos presencia perfectamente integrados y donde nos complementemos unos a otros, aumentando así la visibilidad de nuestros negocios y mostrando los beneficios y ventajas de pertenecer a organizaciones que se preocupan día a día por nuestras inquietudes.