Estas manillas se instalan en puertas Ignifugas o puertas cortafuego.
Resultan ideales para para comunidades, empresas o lugares de alto tránsito de personas. Las puertas metálicas cortafuego se instalan en las vías de escape para eludir la propagación de un incendio y para permitir la veloz salida de los ocupantes.
La característica principal de las puertas cortafuego es la propiedad de aislamiento térmico y su diseño estructural que considera las holguras para contrarrestar la dilatación metálica producto del aumento de temperaturas, produciendo de esta forma dos sistemas térmicos que resguardan las vías de escape.
Las puertas cortafuego se clasifican a nivel internacional por su Resistencia al Fuego (RF). Conforme el tiempo de resistencia de temperatura media en los ensayos de aislamiento térmico, se clasifican en RF-1 Hora , RF-1.5 Horas, RF-2 Horas y RF-3 Horas.
El material aislante en su interior cambia en dependencia de la resistencia al fuego de la puerta. Las bisagras deben permitir abrir la puerta con mínimo empuje de un dedo. Las bisagras son de suma importancia. Una bisagra en mal estado produce fuerzas de oposición al movimiento, eludiendo que la puerta no se pueda abrir o bien cerrar con facilidad en momentos de dilatación por el calor.
Pasado un año de la instalación se debe comprobar mensualmente que la puerta cierra automática y completamente cuando se deja suelta, y que la cinta expansiva o bien intumescente termoexpandente prosiga adecuadamente adherida al marco.
La eficiente protección de la puerta cortafuego, va a depender de la fortaleza operativa de cada uno de ellos de sus componentes y del mantenimiento que se le dé periódicamente.