Durante unos años, el mercado aparente del sector del herraje en España ha crecido a un ritmo mayor que el de la producción, hecho que dejaba una nota amarga a una coyuntura buena en general. Sin embargo, en el 2017 el sabor fue absolutamente dulce y agradable, con una producción que reaccionó y unos datos de exportación muy positivos.
Los muebles sin tirador, el movimiento mecánico primero, y luego electrónico, la cocina inteligente, los muebles que desaparecen...la cocina ha evolucionado mucho hasta llegar a su estado actual. Y en el centro de todo ello, el herraje. Un sector que lleva años creciendo, tanto en cuanto a su mercado interior aparente, como a su producción. En concreto, el mercado aumentó en España de los 389 millones de euros del 2017 a los 402 millones en 2018.
Se rompía así la barrera psicológica de los 400 millones, pero el sector quiere más. Los fabricantes ya buscan su siguiente producto estrella. Efectivamente, un sector como este no puede descansar ni siquiera cuando todo parece ir bien, las cifras ascienden y los mercados responden. Y es que la innovación es el motor indudable del herraje. Si bien esa innovación era tradicionalmente labor de los gigantes europeos, hace años que los fabricantes españoles se dieron cuenta que era la clave para la supervivencia de sus negocios.
Un crecimiento del 4,5%
Gracias a ello, en 2018, estos fabricantes españoles produjeron herrajes por valor de 210 millones de euros, un 4,5% más que en el 2017. Se trata de la segunda mayor subida de esta cifra en los últimos ejercicios, solamente superada por la correspondiente al año 2017, en el que la producción creció prácticamente un 8%.
A su lado, el aumento de este año puede palidecer ligeramente, pero muestra que el sector responde al mercado que lo necesita y confía en él, como lo demuestra la segunda de las cifras analizadas: la importación. A pesar de que en este apartado los números siguen apuntando hacia arriba, la subida no es tan pronunciada. No olvidamos que la evolución de esta cifra ha sido impredecible en los últimos tiempos: cayó en 44 hasta los 209 millones entre 2014 y 2015, para luego recuperar el terreno perdido, y con creces, tan solo un año más tarde, hasta alcanzar los 268 millones en 2016 y 280 en 2017.