Cada máquina usa discos de diferentes diámetros, por lo que es importante
que tengamos en cuenta que diámetro acepta la máquina.
El diámetro del disco va a determinar la profundidad del corte máximo que podemos realizar con nuestra máquina.
Si el diámetro del disco es pequeño, ganaremos estabilidad, pero la anchura del corte será menor.
Los discos de 115 a 125 mm se usan para las máquinas de amoladoras.
Los discos de 230 mm se utilizan para trabajos más pesados y requieren más potencia, usándolos en las ingletadoras.
Para cortar la madera usaremos discos con dientes planos o trapezoidales.
Para cortar madera maciza, contrachapada o melamina se usa un disco con dientes alterno.
Cada disco tiene un número de dientes determinado. Según el diámetro del disco tendrá más o menos dientes.
Elegir el nº de dientes adecuado es fundamental para poder obtener un buen corte y para que la herramienta tenga más años de vida.
Cuanto más diente tenga el disco, mejor será el corte, cuanto menos diente, más basto será el corte, aunque tendrás mayor velocidad.
La separación que existe entre diente y diente se llama paso de diente, por lo que cuanto menos espacio haya entre dientes el corte será más limpio.
Para cortar madera maciza y húmeda se recomienda un disco grande y con pocos dientes, ya que necesitamos hacer un corte más basto y más rápido.
Realizar el cambio de disco de una maquina es muy sencillo, por ello vamos a mirar de mantener siempre el disco de la maquina limpio para garantizar mayor durabilidad. Los discos hay que limpiarlas con productos no abrasivos, y dejándolo a continuación seco. Nunca rascar la hoja con objetos puntiagudos.